Los crecientes precios de la electricidad afectan a Europa, y Alemania es la más afectada por la crisis
Este invierno en Europa ha sido excepcionalmente frío, no sólo en términos de temperatura sino también de precios de la electricidad. En Alemania, los precios de la electricidad se han disparado a más de 7 yuanes CNY por kilovatio-hora, marcando un máximo de 18 años.
La situación no es mucho mejor en otros países europeos. Los precios de la electricidad en el sur de Noruega se han multiplicado por 20, mientras que Italia, Francia y España también han registrado precios récord. Incluso Dinamarca, un importante productor de energía, se enfrenta a precios de la electricidad de más de 11 yuanes CNY por kilovatio-hora. Todo el continente está lidiando con el problema de los precios de la electricidad.
Los expertos analizan que la razón principal es la escasez de energía renovable, en particular la disminución de la generación de energía eólica y solar. En Europa, que suele ser cálida durante todo el año, las temperaturas bajaron bruscamente en diciembre, lo que aumentó la demanda de electricidad. Al mismo tiempo, la reducción de la velocidad del viento provocó una fuerte disminución de la generación de energía eólica, y la generación de energía solar también se vio muy afectada.
Un analista de Italia señaló que debido a la insuficiencia de energía renovable, la producción de electricidad tuvo que depender del costoso gas natural para llenar el vacío. Según un informe de Confindustria, la asociación industrial italiana, se espera que los precios del gas natural en la eurozona alcancen los 47 euros por megavatio-hora en diciembre, lo que sin duda hará subir los precios de la electricidad. En este contexto de desequilibrio entre la oferta y la demanda, el mercado eléctrico se encuentra bajo una enorme presión, lo que provoca disparatadas subidas de precios.
Doble impacto del cambio climático
En países como Alemania, los factores climáticos han hecho que el fenómeno del aumento de los precios de la electricidad sea aún más pronunciado. El término meteorológico alemán "Dunkelflaute" describe condiciones climáticas nubladas y sin viento. En esas condiciones climáticas, la generación de energía solar cae drásticamente, mientras que las bajas temperaturas aumentan la demanda de electricidad, creando una “combinación de desastre” casi perfecta para el aumento de los precios de la electricidad. En los últimos años, Alemania ha aumentado gradualmente la proporción de energía renovable, haciendo que el mercado sea más dependiente de los combustibles fósiles tradicionales ante condiciones climáticas extremas y aumentando significativamente la posibilidad de que los precios de la electricidad se disparen.
Además, el precio al contado de la electricidad en Francia alcanzó un máximo de 21 meses de 173,13 euros el 11 de diciembre. Las razones también están estrechamente relacionadas con el repentino descenso de la temperatura, la fuerte demanda de exportaciones y la insuficiente energía eólica. Con la creciente demanda de electricidad en todo el país, Francia ha tenido que poner en marcha varias centrales eléctricas alimentadas con petróleo para generar energía, lo que ha hecho subir aún más los precios de la electricidad.
La retirada de Noruega
En un contexto de aumento vertiginoso de los precios de la electricidad, Noruega, un importante productor de energía hidroeléctrica, ha decidido retirarse. El 12 de diciembre, el gobierno noruego debatió la posibilidad de abolir la interconexión eléctrica con la vecina Dinamarca e incluso consideró renegociar las conexiones eléctricas con el Reino Unido y Alemania. Esta consideración de política está directamente relacionada con los intereses energéticos y la estabilidad del mercado de Noruega, especialmente frente a mercados de precios de electricidad tan volátiles.
Desde su reforma del mercado energético en 1991, Noruega ha sido considerada un modelo para el mercado energético interno de la UE. Sin embargo, las fuertes fluctuaciones de los precios de la electricidad en los últimos inviernos han comenzado a generar dudas entre el gobierno y el público sobre el sistema actual. Noruega enfrenta una necesidad urgente de garantizar precios bajos de la electricidad interna. Con los precios en aumento, la política eléctrica de Noruega puede sufrir una transformación importante en el futuro cercano para proteger mejor la estabilidad de su mercado.